Nunca pensé que nos veríamos tan pronto, me imaginaba visitándote en Francia en unos años más... pero no, llegando de Kenia me lance a la aventura contigo un francés con cara de gringo que no conocía mucho. Mi primer mochileo y estadía en carpa en la intemperie de Calama superado, a pesar del miedo que tenía esa noche luego de escuchar las historias de los camioneros. Me es inevitable no sonreír al ir recordando los lugares, las personas y las anécdotas que vivimos en el viaje…  Como por ejemplo los olores en los buses, los gritos de venta de artículos en las calles o en los terminales. Las caras que colocaban cuando decíamos que tu seguías tu viaje y yo regresaba a Chile. Que chistoso! Además de las anécdotas graciosas están las amargas, esas que surgían cuando tu acelerabas el ritmo y me pedias lo mismo, cosa que intente pero no logré. Me quede sin aire en el Valle de la Luna, en Potosí, Toro toro y en isla del Sol y creo que ahí fue cuando te reclamé porque no eras empatico! Jajajajaja! La comida fue lo mejor del viaje, y mejor aun la que vendían en la calle! Jamás olvidaré la papa rellena de verduras que compraste en ciudad de Uyuni, que cosa más rica! Cada vez que recuerdo este viaje, se me viene a la mente… libros, comida, fruta, olores desagradables já!, risas, caminatas largas, falta de aire y fotos! Gracias por tu amabilidad, tus ricos desayunos, porque eres muy buen cocinero!! Y por tu sentido del humor!  Francés con cara de gringo jajajaja! Y quien sabe… en un par de años nos volvamos a encontrar!